Presupuestos en Donostia
Debo confesar que no resulta sencillo acordar los mínimos de un presupuesto alternativo con un Gobierno Municipal como el que tiene nuestra Ciudad. Un Gobierno que a estas alturas presenta un pobre balance de actuación y que en demasiadas ocasiones prima dar satisfacción a su parroquia antes que tomar decisiones en una Ciudad como la nuestra, una Ciudad plural, compleja y que en este instante se juega en gran medida su futuro.
El propio proyecto presentado en un inicio por el Gobierno municipal era el claro reflejo de lo que digo. Un presupuesto cautivo, muy limitado y que dibujaba un horizonte nada halagüeño para aquellos que pensamos que un Ayuntamiento debe ser motor y acompañamiento en la generación de actividad económica. Un presupuesto que contemplaba un claro descenso de las inversiones y un incremento del gasto corriente que venía a consumir prácticamente todos los ingresos que se obtienen vía impuestos municipales y fondo foral de financiación municipal (es decir, la parte que nos corresponde sobre la recaudación de tributos forales). La capacidad de invertir quedaba así constreñida a lo que se pueda obtener por venta de parcelas y endeudamiento del Ayuntamiento. Sobra decir que ambos conceptos se hallan bajo mínimos en este momento y que las perspectivas y capacidad de gestión del Gobierno Municipal nos obligan a ser necesariamente prudentes sobre lo que vaya a suceder en 2014.
Y en estas nos vino el temporal a ver. Las graves consecuencias del temporal sufrido por Donostia el pasado 2 de febrero hizo que la débil situación en la que se hallaban las cuentas municipales para hacer frente a situaciones de este tipo se hiciera aún más evidente. Con los presupuestos presentados por el Gobierno Municipal de Bildu no había margen, y no lo había porque los ingresos que se obtienen con cierta seguridad (los de los impuestos que religiosamente pagamos los ciudadanos) se consumían directamente en gasto corriente. Gasto corriente que resulta imprescindible para prestar unos adecuados servicios públicos, pero que si no se contiene en su crecimiento hipoteca la actuación futura del Ayuntamiento. Lo decíamos ya en la enmienda a la totalidad que nuestro grupo presentó al proyecto de presupuestos.
Lo cierto es que nos guste o no, este va a ser un año marcado absolutamente por las consecuencias de los temporales que hemos sufrido, y en especial el del 2 de febrero. Pocas alegrías y mucho esfuerzo para recuperarnos de los destrozos que siguen siendo visibles en nuestra Ciudad. Sin duda, muchas son las Instituciones que deberán arrimar el hombro, pero quien diga o piense que al Ayuntamiento esto no le va a suponer un coste, sencillamente miente. Por ahora se ha habilitado una partida ampliable de 1.800.000 euros. Veremos cuanto se amplia pero mucho me temo que se ampliará. Al tiempo.
En el debate plenario del 20 de febrero en el que se aprobó la enmienda a la totalidad con el nuevo presupuesto se dijo por parte de los demás grupos de la oposición que la creación de una partida para hacer frente al temporal hubiera tenido el apoyo de todos. Que no era por tanto necesario aprobar unos presupuestos para ello. No dudo de esa voluntad, pero no es cierto que no se necesite un presupuesto, dado que para dotar esa partida hace falta obtener recursos. Y eso es lo que precisamente logra el presupuesto alternativo que este viernes ha sido aprobado definitivamente por parte del Pleno. Un presupuesto que con 251 modificaciones sobre el original modifica el destino de más de 6,2 millones de euros (prácticamente el 1,8% del presupuesto, no el 0,7% como dice algún periodista que se hace eco de informaciones incorrectas). Reduce el gasto corriente neto en 2,5 millones de euros y lo aumenta en inversión, permitiendo hacer frente a las consecuencias del temporal y a otras actuaciones de mantenimiento urbano y rehabilitación que urgen. Y urgen porque así nos lo indican las quejas ciudadanas que se han incrementado en este sentido a lo largo del último año y nuestros propios ojos que ven como la ciudad ha perdido «punch» en este apartado. También hemos introducido otras partidas, como por ejemplo la plurianual para la construcción del nuevo polideportivo de Altza o nuevas ayudas para proyectos de investigación. ¿Hay más cosas que nos hubiera gustado incluir? Sin duda, pero no para decir que las hemos incluido y que luego no se hagan.
Y todo ello sin tocar el gasto social, porque creemos que primero son las personas. Más aún si cabe en circunstancias como las actuales.
En definitiva, que Donostia tiene unos presupuestos para el 2014. Sin grandes alegrías pero válidos para hacer frente a lo que se necesita. Y se los hemos dado a nuestra Ciudad porque creemos que es bueno, creemos que es necesario en este momento de dificultad. En definitiva, porque creemos que es nuestra obligación actuar con responsabilidad. A algunos parece que les ha molestado y nos acusan de dar un “balón de oxígeno a Bildu”. A veces parece que con tal de dejar sin aire a Bildu, están dispuestos ahogar Donostia. Nosotros desde luego no.