Una hoja de ruta para situar a Donostia en la élite mundial de la ciencia y el conocimiento
Esta mañana hemos visitado varias empresas avanzadas del ámbito biosanitario y de la automoción en el Parque Tecnológico de Miramón, donde hemos adoptado el compromiso para poner en marcha una hoja de ruta que sitúe a la capital guipuzcoana en la élite mundial de las ciudades de ciencia y conocimiento.
Donostia tiene los mimbres necesarios para tener una posición privilegiada en el ámbito internacional de las principales ciudades de ciencia y conocimiento. Las cuatro universidades, los centros tecnológicos y de investigación, empresas punteras en su especialidad y la existencia de cerca de 6.000 personas que se dedican profesionalmente a estas actividades hacen que tengamos una base muy sólida para aspirar a tener un lugar propio en el mapa mundial.
Creemos que para consolidar esa proyección internacional y conseguir que la ciudad sea identificada como una urbe referente en investigación, ciencia y conocimiento es necesario tener una hoja de ruta. Un itinerario que pasa por hacer una radiografía precisa de la realidad existente, los puntos fuertes y las debilidades, así como por objetivar aquellos criterios que nos pueden llevar a dar un salto cualitativo.
Una vez realizado el diagnóstico, se planteará desplegar una estrategia basada en acciones en colaboración con el ámbito institucional (Gobierno Vasco y Diputación), los agentes educativos, académicos así como los actores del sector, tanto públicos como privados, para acordar una hoja de ruta compartida que pueda desarrollarse durante los próximos años.
Tenemos claro que esta estrategia pasa por consolidar aquellas actividades en las que Donostia destaca, como el ámbito de las biociencias, la sanidad, la nanoinvestigación, la física de los materiales, la movilidad eléctrica o las tecnologías de la comunicación aplicadas a la industria.
El objetivo no es otro que situar a Donostia como una ciudad de ciencia y conocimiento en el ámbito internacional. Tenemos que aspirar a entrar en la élite mundial y codearnos con ciudades referente como Boston, Berkeley, Munich, Copenhague o Seúl.
Para lograrlo, vamos a liderar un proceso al que sumaremos a muchos agentes, con el fin de lograr dar un salto cualitativo en nuestra posición entre las ciudades que son referente en ciencia y tecnología.
Estoy convencido de que, si hacemos las cosas bien, podemos mejorar tanto la percepción que la propia ciudad tiene de sí misma como la imagen y el posicionamiento en los principales rankings internacionales. Y todo para que Donostia sea la mejor ciudad de Europa para vivir, convivir, trabajar y disfrutar.